El hielo seco no es hielo propiamente dicho, se trata de CO2 es de estado sólido, y se llama “seco” porque pasa por el proceso de sublimación, o sea, de solido a gaseoso sin pasar por la fase líquida.
Debido a que es extremadamente frío, y debido a que pasa directamente del estado sólido al estado gaseoso, el hielo seco también proporciona algunas experiencias interesantes.
Pero, ¿cómo se fabrica?
Antes de enseñar el procedimiento, vale la pena recordar, por seguridad, que el hielo seco es muy frío: -78 ° C en promedio. Esta temperatura puede provocar quemaduras y ulceraciones, entonces cuando se manipula, es recomendable usar guantes y nunca, nunca tocar el hielo seco con las manos mojadas o húmedas, al instante el agua se congela y se queda atascada en la mano.
Un detalle importante a tener en cuenta es que el hielo seco está hecho de dióxido de carbono, el mismo que expulsamos al respirar porque es inútil para nosotros. Más que inútil, es peligroso, así que cuando se hacen experimentos con hielo seco, se debe hacer en un ambiente ventilado.
Se puede conseguir hielo seco con un extintor de dióxido de carbono. El extintor de dióxido de carbono es fácilmente reconocible, tiene un enorme cuerno en la nariz y un manómetro o un reloj de presión.
Además del extintor, se necesita de una funda de almohada para recoger el hielo. Dentro del extintor, el CO2 se encuentra en estado líquido. Cuando se expulsa rápidamente se convierte en gas y también en cristales de hielo, porque la conversión es una reacción endotérmica, que “tira” del calor.
Se puede poner una almohada en frente del extintor y activarlo durante 10 segundos. El resultado será la expulsión de una gran cantidad de gas carbónico frio, pero algunos pedazos de hielo seco se deben formar en la parte inferior de la funda de almohada.
Una vez que tengamos el hielo seco, se pueden hacer varios trucos, cómo crear humo, colocándolo en un recipiente con agua. Si se utiliza el extintor de seguridad en caso de incendio, recuerde recargarlo después de jugar.
